El Batallón Celta: Os Leóns do Norte

En el Diario Oficial del País Vasco se decreta el 27 de octubre de 1936 la militarización de las Milicias de Voluntarios. Enseguida los diferentes partidos y sindicatos que combaten a los golpistas comienzan a articular una serie de batallones con los que hacer frente a los fascistas. La CNT organiza siete batallones de infantería y entre ellos el CNT Nº6 Celta. Más adelante, en abril del 37, se integra en la 12ª Brigada de la 4ª División como el batallón Nº 30 del Cuerpo de Ejército de Euskadi. La formación del batallón Celta es tardía, corresponde a mediados de noviembre. Tiene su cuartel en el colegio de los Salesianos de Barakaldo. Su comandante es Luis Vázquez Rodriguez nacido en A Pobra de Trives (Ourense).

Miembros del Batallon Celta CNT nº6. Larrabetzu finales de mayo de 1937
Miembros del Batallon Celta CNT nº6. Larrabetzu (Bizkaia) finales de mayo de 1937. El segundo por la izquierda es Manuel Fuentes González de A Pobra do Caramiñal (A Coruña).
Fotografía: FAL (Fundación Anselmo Lorenzo)

El Celta intenta aglutinar a los gallegos residentes en Vizcaya y Gipuzkoa, donde destaca el importante contingente de marineros que viven y trabajan en Trintxerpe (Pasaia, Gipuzkoa). Barrio que se dio a conocer como la quinta provincia gallega. También se hace un llamamiento a los paisanos que, o bien están repartidos por los distintos batallones del Euzkadiko Gudarostea; o bien todavía no se han movilizado como voluntarios de primera hora. Evadidos y desertores del ejército sublevado de filiación izquierdista, grupos que huyen de la represión por mar desde la Galicia.

A principios de diciembre el Celta se despliega en el monte Kalamua, muy cerca de Markina (Bizkaia) y de la raya con Gipuzkoa. La madrugada del día 3 capturan al capitán Juan Barquero Barquero cuando intenta cruzar hacia las líneas enemigas. Este capitán estaba implicado en la fallida trama golpista articulada por los militares en el bilbaíno cuartel de Garellano, y que desde entonces permanecía en paradero desconocido.

Precisamente ese mismo día se hace eco el periódico Euzkadi Roja de la solicitud de una bandera que lleve como emblema algo que simbolice la región gallega. La petición, en nombre del batallón, corre a cargo del capitán Manuel Lampón Ríos (A Pobra do Caramiñal, A Coruña) y del teniente José Paz Dávila (posiblemente también de A Pobra do Caramiñal).

El día 26 de ese mismo mes el batallón entra en combate. Los fascistas atacan en el sector para hacerse con las posiciones más avanzadas del Kalamua, apenas separadas 200 metros las unas de las otras, y que defienden los gallegos del Celta. El embate enemigo es de tal magnitud que produce, en un primer momento, el abandono de los parapetos defendidos. Se topan con uno de los batallones de ANV que sube al monte como refuerzo. Los gudaris del mismo reprueban la actitud de los gallegos provocando que el batallón se recomponga y organice un contraataque mediante el cual retoma la posición abandonada. Soportará los diversos contraataques lanzados por los requetés. Esta jornada fallecen entre otros el teniente Manuel Aguete Lino natural de Loira (Marín, Pontevedra) o el miliciano Andrés Pérez Millán de A Pobra do Caramiñal (A Coruña).

Desde enero de 1937 el frente vasco va a caracterizarse por la tranquilidad después de la frustrada ofensiva sobre Legutio (Araba) por parte republicana. No se contabilizan combates de entidad excepto los habituales paqueos y duelos artilleros, o la pequeñas escaramuzas que para nada modifican el estado general del frente de guerra. Esta tónica va a mudar drásticamente a partir del 31 de marzo de 1937. El general Emilio Mola quiere finalizar de una vez por todas con el frente vizcaíno y emprende una ofensiva que promete llegar a Bilbao en dos semanas. Pero la realidad es que se va a demorarse dos meses y medio la toma de la capital vizcaína.

Cuenta para la ocasión con las Brigadas de Navarra, fuerzas muy combativas y fogueadas. Y también con la inestimable colaboración de la Legión Cóndor alemana y también de la Aviazione Legionaria italiana.

Al inicio de la ofensiva el Celta pasa a defender el puerto de Krutzeta sito junto a la carretera que comunica Legutio con Aramaio en la frontera entre las provincias de Araba y Bizkaia. Cuando los gallegos son relevados de la primera línea por el batallón Eusko Indarra (ANV Nº2), los gudaris nacionalistas deben defenderse de un ataque enemigo en un campo donde yacen muertos del batallón Celta, posiblemente fruto de algún contraataque nocturno o efectuado a la víspera según recoge en su diario el Comandante Pablo Beldarrain.

La progresión del Ejército franquista es lenta. En buena medida debido a la orografía característica del país y al espíritu combativo de milicianos y gudaris. A cada instante la línea del frente se ve modificada y sin apenas descanso los batallones deben acudir a los diferentes frentes abiertos.

Después de disfrutar de un descanso, el batallón acude esta vez al sector de Elorrio (Bizkaia) a finales de abril. En junio ocupan posiciones en el conocido como Cinturón de Hierro de Bilbao. Una suerte de último reducto, de última línea defensiva que circunvala la capital vizcaína; los gallegos van a ocupar diferentes trincheras en un inexorable repliegue que va a mermar profundamente la moral de los combatientes.

Batallón Celta en Larrabetzu
Batallón Celta CNT nº6 en Larrabetzu (Bizkaia)
Fotografía: FAL (Fundación Anselmo Lorenzo)

El 12 de junio el Ejército de Franco ataca y quiebra el Cinturón de Hierro en las cercanías de la villa de Larrabetzu. Esa jornada el Celta participa junto a otros batallones en los choques contra el enemigo una vez rebasa las fortificaciones vascas En un intento por contenerlo y tal vez expulsarlo. No tienen éxito. Una semana más tarde, el 19 de junio, se evacúa Bilbo y la ciudad cae en manos de los sublevados. El Ejército de Euskadi es empujado hacia la provincia de Santander. Sin embargo los gallegos aún tienen tiempo de intervenir en la última batalla en suelo vizcaíno. La batalla del Kolitza. Tiene lugar los días 27 y 28 de julio de 1937. Es un verdadero desastre. A las malas condiciones climatológicas, hay que sumarle la descoordinación entre las diferentes unidades republicanas y a errores de la oficialidad a la hora de tomar decisiones en el diseño y desarollo de la ofensiva. Los milicianos del Celta dejan un buen número de compañeros sobre el terreno.

El batallón ya no vuelve a entrar en acción. Está deshecho después de tres meses combatiendo. Por ello pasa a la reserva estableciendo su cuartel en Colindres (Cantabria). El 23 de agosto del 37 el batallón se desplaza a la villa marinera de Santoña donde tienen nuevas de que el Ejército de Euskadi se está concentrando. Al día siguiente cerca de 15.000 combatientes y 3.000 oficiales se entregan a los soldados del Cuerpo Truppe Volontaire en el que se dio a conocer como el Pacto de Santoña. A muchos de sus milicianos, a los que Castelao apodó como Os Leóns do Norte, les espera la muerte frente a un piquete de ejecución o una longa noite de pedra.

Sergio Balchada

(Artículo publicado en el periódico Novas da Galiza en noviembre de 2017)


Fuentes

  • Archivos
    • Archivo Histórico de Euskadi (AHE).
    • Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca (CDMH).
  • Prensa
    • CNT del Norte.
    • Euzkadi Roja.

Bibliografía

  • Beldarrain, Pablo. Historia Crítica de la Guerra en Euskadi (1936-37). Edición del autor,1991.
  • Cándano, Xuan. El Pacto de Santoña (1937). La Rendición del Nacionalismo Vasco al Fascismo. Madrid, 2006.
  • Jiménez de Aberasturi Corta, Luis Mª. Crónica de la Guerra en el Norte (1936-1937). San Sebastián, 2003.
  • Larraz Andía, Pablo; Sierra-Sesúmaga, Victor. Requetés. De las Trincheras al Olvido. Madrid, 2011.
  • Martínez Bande, José Manuel. Nueve meses de guerra en el norte. En Monografías de la guerra de España, nº4. Madrid, 1980.
  • Miñambres Amezaga, Aitor. El Cinturón de Hierro-Bilbao`kox”Burdin-Esia”. Historias de los Vascos, Blogs Deia, 2012.
  • Pereira, Dionisio. El Trintxerpe Republicano: Génesis de la Denominada “Quinta Provincia Gallega”. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, nº5, pp. 737-743. Donostia, 2006.
  • Pereira, Dionisio; Fernández, Eliseo. O Movemento Libertario en Galiza. (1936-1976). Vigo, 2006.
  • Portugal Arteaga, Xavier. Pasaia 1931-1939. La Memoria de los Vencidos. Pasaia, 2007.
  • Steer L. George. El Árbol de Gernika. Tafalla, 2002.
  • Talón, Vicente (Dir.). Los Vascos en la Batalla de Santander. Junio-Septiembre 1937. Extras Defensa, Nº 22. Madrid, 1978.
  • Vargas Alonso, F. Manuel. Anarquismo y Milicias de la CNT en Euskadi. Eusko Ikaskuntza, 1996.

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