El pasado sábado 10 de junio se celebró, en Larrabetzu (Bizkaia), la ruta guiada a las posiciones del Cinturón de hierro en la zona, dentro de las Jornadas “Burdin Hesia Larrabetzu 1937-2017”. Hubo gran asistencia de visitantes que disfrutaron de una instructiva y entretenida jornada acompañada de un tiempo excelente.
El acto consistía en un paseo por algunos puntos del pueblo y de los montes cercanos. Los asistentes fueron acompañados de un guía que iba explicando cada punto de interés y se contó con la presencia de recreadores que ocuparon dichos puntos de interés, ayudaron al guía en las explicaciones e interactuaron con los visitantes. Además, toda la ruta estaba organizada a modo de visita teatralizada, haciendo sentir a los asistentes partícipes de la situación vivida en el pueblo de Larrabetzu en 1937.
Rebuscando en hemerotecas de viejas publicaciones de guerra, encontramos esta crónica al respecto:
“Por nuestro corresponsal de guerra en la zona:
Extraño suceso en el frente de Larrabetzu.Larrabatzu, diez y media de la mañana del 10 de junio de 1937.
Todo empezó, en la plaza del pueblo, donde un teniente de la XII Brigada, las tropas que ocupan el pueblo, descubrió un extraño grupo de personas vestidos con aún más extraños atuendos. Decían ser un grupo que venía a visitar las posiciones del Cinturón de Hierro en Larrabetzu y su guía, que participaban en una ruta organizada para ello. El teniente, perplejo, llamó al sargento administrativo del Estado Mayor de la Brigada para informarle de la situación, y de la pretensión de los visitantes. Ambos, sin salir de su perplejidad, decidieron acceder a enseñar al extraño grupo el sistema defensivo en la zona, ya que estaban allí.
Junto al teniente y el sargento del Estado Mayor de la Brigada, en la misma plaza del pueblo, los raros civiles pudieron observar como eran un puesto médico, un puesto de comunicaciones del Ejército de Euzkadi y una posición de Artillería con varias piezas de las que se explicó su funcionamiento.
Tras esto, el teniente pidió al sargento que les condujera a las posiciones en el pueblo y sus cercanías para que las conocieran las personas que habían venido de visita.
En primer lugar, se encaminaron hacia un caserío en las afueras del pueblo, que cuenta en su arquitectura con un pequeño bunker adosado a la pared del mismo y un muro aspillerado que lo une con el caserío contiguo, todo ello a modo de posición defensiva. Los recibieron las tropas del Batallón Abellaneda, nacionalista vasco del PNV, que estaban allí desplegadas. Los participantes en la ruta, como ellos la llamaban, pudieron visitar la posición acompañados por los gudaris.
Más tarde, la excursión acompañada ya, por seguridad ante la cercanía del frente, por las tropas del Abellaneda, se dirigió hacia la serrería del pueblo. Es esta una nave cercana al centro del pueblo que cuenta también con un alto muro aspillerado adosado a su estructura. Un impresionante muro con dos alturas de aspilleras, que lo convierten en una sólida posición defensiva.
La comitiva partió hacia la zona ocupada por el Batallón Celta de la CNT, que compartía posiciones con la II Brigada Asturiana, posiciones que ya se situan en el monte cercano y que serían la siguiente parada. Todos juntos se pusieron en camino hacia allí.
Al acercarse el grupo a las posiciones anarquistas, por un error de identificación, se produjo tiroteo entre las dos tropas que, afortunadamente, no produjo ningún herido entre los combatientes ni entre los civiles.
Tras esta violenta toma de contacto, y tras unos gritos que identificaron a cada batallón, la situación se calmó y los participantes en la “ruta” pudieron observar y hablar con los integrantes del Batallón Celta y de la Brigada Asturiana, visitando también la posición, que consiste en una amplia galería de cemento con aspilleras que termina, en uno de sus extremos, en una posición abierta en la que se ha situado una ametralladora. A la luz de las velas, los asistentes recorrieron la galería y observaron desde donde disparan defendiéndose los combatientes, ante el ataque de los facciosos.
Tras esta última visita, todos los combatientes junto a los civiles visitantes, se encaminaron de nuevo a la plaza del pueblo. Allí, tras formar las tropas y expresar unas palabras de agradecimiento a todas las personas que habían acudido a esta cita, a esta ruta desde otro tiempo, se dio por finalizada la jornada.
Las tropas volvieron a sus posiciones para estar alertas en espera del previsible y ya inminente ataque enemigo, y los extraños visitantes volvieron a sus mundos, allá donde estuvieran.”
Sin duda un gran día en el que los recreadores pudimos disfrutar de lo que nos gusta hacer, y en el que además, lo pudimos compartir con todas las personas que se acercaron para participar en la ruta. Para Lubakikoak, un día disfrutado en la buena compañía de nuestros amigos de Frentes de Euzkadi, de Aitor Miñambres del Museo Memorial Cinturón de Hierro, de nuestros compañeros Miguel Ángel Mendoza y Juan Manuel Guerrero, de todos los demás compañeros y compañeras recreacionistas y de los miembros del Partido Comunista de Euskadi, que nos permitieron disfrutar de las piezas de artillería.
Dani García